Antes de escuchar tantos consejos como pueden ser que luches por tu idea, que pivotes, que economices lo más posible, que vayas a una aceleradora, que no temas perder dinero al principio, antes de eso debes tener en cuenta dos parámetros:
• Tu situación, lo mejor será que ajustes el ímpetu a las metas que verdaderamente necesita alcanzar tu compañía
• Criterio de autoridad, no dejarse llevar por gente con labia que realmente nunca han estado en este mundo, centrándote en los consejos de quien de verdad sepa algo del tema.
Dicho esto, presentaremos las ocho fases por las que va a pasar tu startup:
1- La idea del millón de dólares
Partimos del punto en el que viste claro la idea de negocio y la idea emprendedora se instaló en tu mente, quizás costó algo más en que llegase esa idea, pero llega un momento en el que lo ves más o menos claro y decides seguir para adelante en el proyecto.
2- La cruda realidad
Una vez llegó la idea, piensas que ese producto/servicio va a ser único, el mejor, algo por el que todo el mundo pagaría, pero la realidad es otra.
Al final la idea es distinta, la idea te gusta a ti, a tus socios, familiares, y poco más.
Los clientes no llegan, los inversores no están del todo convencidos, entonces te chocas contra la realidad.
3- Depresión
Empiezas a pensar en qué falla, porqué no le gusta a la gente, porqué no triunfa, etc.
Ahora hay que empezar a remontar, ni todo era tan bonito al principio, ni ahora todo tan oscuro.
4- Análisis y diagnóstico
Lo primero que hay que hacer es un estudio de mercado y un análisis, para encontrar una posible solución.
Para ello hay que analizarlo de manera objetiva y científica, incluso párate a pensar si la idea realmente era tan maravillosa como pensabas al principio, y si no lo es, que se le puede añadir para mejorarla, y si realmente piensas que lo es, si se ha hecho una buena campaña para hacerla llegar al resto del mundo.
5- ¿Se puede caer más bajo?
Una vez tienes las mejoras, piensas que esta será la buena, pero vuelve la realidad y el producto sigue sin interesar.
Es aquí cuando oyes una voz y te dice, ¿no será la hora de hacer las maletas y volver a casa? Puedes hacer las maletas y abandonar, o darle una nueva oportunidad.
6- Rayo de esperanza
¿Hay algo que haya funcionado de tu producto? ¿Ha fracasado todo?
Puede ser que haya muchas cosas de tu producto que estén yendo bien, lo mismo no sirve para todo el mundo pero sí en sitios concretos, o a una edad determinada…
Agarrémonos a ese rayito de esperanza, y sigamos luchando.
7- Las piezas empiezan a encajar
Tras centrarte en las cosas que funcionaba, poco a poco pudiste ir potenciando esas fortalezas.
Con el objetivo centrado las coasa empiezan a ir bastante bien, te has dado a conocer, tienes clientes relevantes, inversores. En definitiva, las piezas han empezado a encajar.
8- ¡Victoria!
Tu proyecto ha alcanzado el nivel que deseabas, o bueno quizás no, pero después de tanto esfuerzo has conseguido entrar en el mercado y conseguir que lo que fue una idea, acabó siendo un verdadero negocio.
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